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Artista en el Perú: Ser de una élite o ser muy pobre.

Publicado: 2015-02-05


Es un día común y corriente, entre la bulla, el tráfico, el calor, un hombre sentado a un asiento mío a la izquierda miraba nostálgico por la ventana como si los rayos que quemaban su rostro no le importaran. Era un hombre normal, no tenía la barba que todos se dejan, no tenía la camisa de marca o el polo ceñido, ni el pantalón entallado ni el short hipster, no parecía tener tatuajes, menos un piercing, era un hombre común y corriente, de aquellos que ves y no retienes en tu mente por más de un segundo. Aquel hombre tenía sobre sus rodillas una maleta que abrió y de la cual saco un folder con muchas hojas. Tomo una hoja y con el primer lapicero que encontró entre sus bolsillos empezó a dibujar. Me retuve muchos segundos ante el primer desinterés, pero mientras la tinta iba danzando hermosamente sobre el papel blanco, las formas que dibujaba tomaban una vida que no podría explicar. Dibujaba una ballena que salía del mar y en su lomo se sostenía una mujer anciana, los trazos iban veloces que toda la Javier Prado era uno de los mejores espectáculos que había visto. Era demasiado hermoso, demasiado bello. Cuando termino abrió su folder y para mi sorpresa habían muchos dibujos, paso uno por uno como si supiera que le observaba y me deleitara de su arte. A pocos minutos de llegar al paradero de la av. La molina no hice más que acercarme y decirle: ¡Disculpa mi curiosidad pero tu trabajo es hermoso!. Ante su sorpresa no hizo más que decir ‘gracias’ muchas veces. El cobrador hizo el llamado al paradero donde bajaba, no me dijo su nombre porque no hubo el tiempo de pedírselo y menos tomar una foto porque apenas bajo corrió apurado. Pude verlo mejor podía tener unos 35 años, vestia muy corriente y su maletín tenía muchos agujeros. Por un momento pensé en lo que era ser artista en el Perú y en aquellos que tenían ‘suerte’. En aquellos artistas jóvenes que se juntan en grupos pequeños, que crean blogs, crean galerías de artes, algún fanpage, algún twitter, que crean alguna corriente de artistas independientes donde ellos mismos son los personajes importantes, los vanagloriados, los autopremiados, que tienen algún amigo que trabajo en El Comercio y les toma una foto para Luces o Somos, en aquellos que con dinero viajan a la Sierra y rebuscan algún artista ayacuchano o cuzqueño y con publicidad consiguen venderlo al mercado. En aquellos artistas que se ponen muchas cosas sobre el cuerpo y la cara, que presumen de lo que escuchan, de lo que ven, de lo que hacen, para que entiendan aquel arte abstracto que la gente se olvidara al día siguiente. ¿Alguien se acuerda de los artistas de la clase B o C de Lima? O eres de la clase A y tienes todas las oportunidades y las facilidades, de los cuales salen artistas que respeto. O eres de extrema pobreza y esa publicidad influye en que te vendan como ‘Artista de un rincón de la sierra y bla bla bla’ y logra su oportunidad. ¿Alguien se acuerda de personas como el hombre que vi viajar en la Javier Prado? Un hombre que no está en el círculo de limeños que se juntan para brindar con champagne y tomar fotos en instagram de sus rostros alegres por inaugurar una exposición que solo verán sus amigos de sus amigos. Un hombre que tampoco es de extrema pobreza y por no ser pobre o de un rincón de la Sierra pasa desapercibido para los ‘descubridores de artista’. Un hombre que quizás escuche salsa y no Pink Floyd. Un hombre que quizá no vista o presuma ser diferente porque eso no habla sobre él.

¿Alguien se acuerda de ellos?


Escrito por

Luis Hernández

Un poco de música, cine, literatura y videojuegos. Twitter: @el_arandano


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